Hace unas semanas tuvimos el primer Doctoralia Connect. En el primer panel, titulado Conectando regulación y práctica médica: cambios y desafíos, se reunieron diversos expertos para discutir las complejidades regulatorias, los logros obtenidos, y las oportunidades de mejora del sector salud en Colombia. Esta conversación fue liderada por figuras como Alejandro Gaviria (exministro de Salud), el Dr. Germán Guerrero (director del Colegio Médico Colombiano), el Dr. Luis Eduardo Pino (Médico Internista y Oncólogo - Fundador y CEO Alpocrates y OxLER SAS), Alejandro Gómez (Exsecretario de salud) y Mario Cruz (Vicepresidente técnico y de estudios de ACEMI), y reveló los aspectos más profundos del ecosistema de salud y las direcciones que podría tomar en el futuro.
En este artículo, presentamos una síntesis con los puntos más importantes de ese primer panel, sin embargo, siempre invitamos a los lectores a consultar la grabación completa del evento para poder profundizar en las ideas expresadas por cada invitado. La grabación se puede ver dando click sobre este enlace.
Uno de los puntos centrales abordados fue la complejidad del sistema de salud colombiano. Según Gaviria, se trata de un sistema con múltiples niveles de delegación:
"Diseñar un sistema de salud es una labor evolutiva que se ajusta y transforma con las realidades del momento", apunta Gaviria.
Siguiendo con el tema de las regulaciones y problemáticas, otro de los puntos críticos que se mencionó en el panel fue el tema de la regulación. Aunque se han unificado decretos y resoluciones, sigue habiendo un exceso normativo que dificulta la gestión eficiente.
Asimismo, los panelistas profundizaron en otra de las grandes problemáticas latentes que se une a las complejidades ya mencionadas: la pérdida de confianza en el regulador. Las EPS, que deberían asumir riesgos financieros, han preferido distanciarse debido a la falta de claridad en las reglas. Cuando una EPS dice que no quiere asumir riesgos financieros, lo que realmente está expresando es desconfianza en el regulador, señaló Gaviria.
Esta pérdida de confianza amenaza la colaboración entre los sectores público y privado, generando un clima de incertidumbre regulatoria.
Sin embargo, no todo son aspectos negativos. La realidad, que siempre es compleja, también presenta diversos positivos del sistema colombiano. Uno de ellos es su alta cobertura, alcanzando casi la totalidad de la población, algo que muy pocos países han logrado.
Este avance ha permitido que el sistema colombiano destaque por su equidad y acceso universal, aunque, como también apuntan los panelistas, ha generado tensiones financieras que afectan su sostenibilidad.
El sistema enfrenta restricciones presupuestales importantes. La Unidad de Pago por Capitación (UPC) es insuficiente para cubrir el costo creciente de los servicios. Además, la proporción de usuarios en el régimen subsidiado ha aumentado, lo que ha incrementado la presión financiera.
"Colombia hace mucho con muy pocos recursos, pero los deseos de los ciudadanos están por encima de las posibilidades materiales", comentó Mario Cruz.
Algunos de los retos estructurales que se presentan son:
Aunque Colombia cuenta con instituciones de alto nivel que lideran rankings internacionales, la calidad de los servicios sigue siendo heterogénea. En muchas regiones periféricas, la falta de recursos afecta gravemente la prestación de servicios.
Durante la conversación, el Dr. Luis Eduardo Pino y los otros expertos hicieron énfasis en el impacto que las tecnologías emergentes —como la inteligencia artificial (IA), la automatización y las plataformas digitales— tienen en la salud. Sin embargo, resaltaron que la clave para una implementación exitosa está en utilizar estas tecnologías como potenciadoras del servicio humano, no como sustitutos.
El Dr. Pino advirtió que los médicos han caído en el error de actuar como "malos robots", intentando ser eficientes en procesos administrativos y automatizados, perdiendo la esencia humanista de su vocación. Subrayó que la llegada de la tecnología ha provocado que muchos profesionales se alejen del contacto empático con los pacientes, al priorizar procesos mecánicos o digitales.
"Si intentamos competir con las máquinas, seremos ineficientes. Nuestro valor diferencial debe residir en la empatía y el humanismo que ninguna inteligencia artificial puede replicar", afirmó Pino.
Esto pone de manifiesto la importancia de rediseñar los servicios de salud desde un enfoque que combine tecnología y sensibilidad humana.
Los panelistas coincidieron en que las herramientas tecnológicas deben ser vistas como aliadas estratégicas para mejorar la atención, no como reemplazos de los profesionales. Un ejemplo de esta integración es la automatización de procesos administrativos, que permite a los médicos dedicar más tiempo al cuidado del paciente. Algunas propuestas relevantes incluyeron:
Otro punto clave fue la importancia de sistemas de información integrados y transparentes. En países como Chile, las autoridades de salud han implementado plataformas donde se publican los costos de procedimientos y medicamentos, facilitando la toma de decisiones. Los expertos sugirieron adoptar un modelo similar en Colombia para mejorar la transparencia y eficiencia.
Durante la conversación, los expertos coincidieron en que el sistema de salud colombiano necesita ajustes profundos y estratégicos para garantizar su sostenibilidad. Estos cambios no deben limitarse a leyes o normas, sino que deben surgir también de la práctica cotidiana, con el objetivo de crear un equilibrio entre innovación, eficiencia y acceso universal. En este sentido, se identificaron varios puntos críticos que requieren atención inmediata.
"Es crucial que los recursos disponibles se utilicen de manera efectiva para garantizar la sostenibilidad del sistema", comentó Mario Cruz.
El sistema de salud colombiano enfrenta desafíos complejos, pero también tiene grandes oportunidades para mejorar. Las reformas propuestas buscan fortalecer la colaboración público-privada, integrar la tecnología sin perder el enfoque humano y garantizar la sostenibilidad financiera.
El futuro del sistema no depende solo de leyes y normas, sino también de la capacidad de adaptación e innovación de los actores involucrados. La clave está en encontrar un equilibrio entre el uso eficiente de los recursos y la atención centrada en el paciente, con un enfoque claro en la empatía y el servicio.
Este enfoque permitirá no solo enfrentar los desafíos actuales, sino también aprovechar las oportunidades futuras para garantizar un sistema de salud más justo, eficiente y humano para todos los colombianos.